Creemos que la comunidad debe adquirir nociones básicas sobre el uso racional de medicamentos a fin de tener orientación clara sobre:
a) automedicación responsable,
b)comunicación eficaz entre profesionales y usuarios,
c) promoción de medicamentos y su uso apropiado,
d) costos de tratamientos y acceso a medicamentos.
Nuestro mercado farmacéutico se caracteriza por:
- Gran oferta en el número de productos,
- Exceso de marcas comerciales para un solo producto genérico,
- Gran dispersión del precio de medicamentos correspondientes a las diferentes marcas comerciales para un mismo medicamento.
Por todo lo mencionado es indispensable que los profesionales de la salud sepan recomendar a los pacientes la elección del producto más conveniente de acuerdo a su patología y capacidad de acceso económico. También es importante enfatizar que existen cientos de medicamentos disponibles, pero no todos son necesarios o indispensables, ni tampoco el último que aparece en ventas es siempre el mejor, todos los productos necesitan estudios de seguridad-eficacia para su aceptación.
Es necesario entender que el exceso de automedicación y la posible polifarmacia, observadas especialmente en personas de edad, conlleva a mayores efectos adversos de los medicamentos, de allí la importancia de entender estos mecanismos de funcionamiento del mercado farmacéutico, estimulados por una abundante publicidad, a fin de evitar males mayores.
La automedicación es una modalidad muy frecuente en nuestro país, no sólo en el consumo de medicamentos de venta libre, sino también en los medicamentos que deben dispensarse bajo receta. En ambos casos, el primero permitido y el segundo prohibido, requieren por parte del consumidor conocimientos importantes acerca del medicamento y la patología a tratar.
Recordemos que los fármacos no son inofensivos, todos poseen efectos adversos, algunos leves y otros graves, por lo tanto dentro del Uso Racional del Medicamento se recomienda no utilizar por propia cuenta medicamentos sin previa consulta con el farmacéutico para los medicamentos de venta libre y con el médico en la prescripción bajo receta, así nos ahorraremos dinero y disgustos o malos momentos.
El uso racional de medicamentos se logrará si se llevan a cabo acciones coordinadas a nivel del sistema sanitario, industria farmacéutica, médicos, farmacéuticos y pacientes. Por lo tanto, las políticas sanitarias deberán sustentarse en garantizar los denominados medicamentos esenciales para el tratamiento de las patologías prevalentes, representadas por aquellas enfermedades frecuentes que afectan al 90% de la población (hipertensión arterial, diabetes, infecciones, artritis, artrosis, etc), siendo alrededor de ochenta patologías, de las cuales las quince más frecuentes representan el 70% del total.
El médico deberá procurar prescribir el fármaco más efectivo y seguro a costo más razonable para el cumplimiento de los tratamientos y beneficio del paciente y del sistema de salud.
Finalmente, el farmacéutico al momento de dispensar el producto de venta libre y/o por indicación médica debe informar al consumidor sobre los efectos beneficiosos o posibles efectos adversos, analizando los riesgos que potencialmente existen al consumir un medicamento.
USO INCORRECTO DE LOS MEDICAMENTOS
Entre los problemas frecuentes se encuentran:
- la polifarmacia (consumo de demasiados medicamentos);
- el uso excesivo de antibióticos e inyecciones;
- la prescripción no ajustada a directrices clínicas;
- la automedicación inapropiada.
En los países en desarrollo, la proporción de pacientes con enfermedades comunes tratados de conformidad con directrices clínicas en la atención primaria es inferior al 40% en el sector público y del 30% en el sector privado. Por ejemplo:
- La proporción de niños con diarrea aguda que reciben la rehidratación oral necesaria es inferior al 60%, pero más del 40% recibe antibióticos innecesarios:
- Solo un 50% de los pacientes con paludismo reciben los antipalúdicos de primera línea recomendados;
- Solo un 50 a 70% de los pacientes con neumonía son tratados con los antibióticos apropiados, pero hasta un 60% de los pacientes con infecciones respiratorias altas de origen vírico reciben antibióticos innecesarios.
POLIFARMACIA
Según la OMS polifarmacia es consumir más de tres medicamentos simultáneamente con prescripción o sin prescripción médica.
Sin embargo es importante diferenciar la polifarmacia y la polimedicina en el adulto mayor. La polifarmacia es el uso innecesario y excesivo de fármacos; mientras que la poli medicina es la utilización justificada de medicamentos para el tratamiento de la poli patología (varios males a la vez) del anciano.
La polifarmacia en el anciano constituye un importante problema de salud en la sociedad actual. En la tercera edad, el individuo empieza a sufrir los estragos físicos de su edad, comenzando por perder agilidades, habilidades físicas e intelectuales.
Entre los múltiples problemas de salud que afectan al adulto mayor se encuentra la polifarmacia o poli farmacoterapia considerado fenómeno habitual que concierne a la práctica médica y médica-geriátrica. Esta peligrosa condición preocupa ya a las autoridades médicas en el ámbito internacional y es de interés no sólo a nivel científico, sino también familiar y social, ya que sus efectos colaterales o adversos conducen en muchas circunstancias a incremento en hospitalizaciones, complicaciones graves y en ocasiones desafortunadamente a la muerte del adulto mayor.
AUTOMEDICACIÓN INAPROPIADA
La automedicación es un problema de salud pública, ya que puede ocasionar graves daños a la salud individual, familiar y colectiva. Se define como el consumo de medicamentos, hierbas y remedios caseros por autodeterminación o por influencia, sin consultar a un médico. Sin embrago, el concepto de automedicación de torna critico en países en vías de desarrollo, involucra directamente el comportamiento de los consumidores o pacientes quienes ante una enfermedad o molestia, deciden consultar con personas que no son profesionales de salud (familiares, vecinos o dispensadores de medicamentos) para obtener la recomendación de algún fármaco y adquirirlo.
El uso innecesario de los medicamentos para enfermedades que no los requieran, así como la administración de dosis inapropiadas en los casos en que no son necesarios, son los principales factores de riesgo que prevalecen en nuestra comunidad. A esto contribuyen tanto los consumidores, como el personal de salud que los prescribe y quienes los proporcionan, es decir, médicos y farmacéuticos o empleados de la farmacia, respectivamente. Las practicas que favorecen el uso incorrecto delos medicamentos tienen influencias diversas, como por ejemplo, la propaganda inadecuada de los medicamentos, la influencia de la industria farmacéutica sobre los médicos, la dificultad de la población para acceder a los servicios de salud, el manejo deficiente del suministro de medicamentos, lo elevados precios de los fármacos, la falta de información oportuna e independiente sobre los fármacos para la toma de decisiones , y la formación deficiente de los recursos humano del sector sanitario.
Las oficinas de farmacia son identificadas por el usuario como un recurso de atención primaria accesible, tanto por su cercanía como por sus horarios. En ellas se realiza una actividad asistencial de apoyo para el tratamiento de dolencias menores (automedicación asistida´), y por otro lado se aconseja sobre tecnicismos médicos y sobre el uso de la medicación. Desde la farmacia se deriva al médico a los usuarios con cuadros potencialmente graves. Las imágenes asociadas a ir al médico carecen de la cercanía y familiaridad que se asocia a bajar a la farmacia .Son muchos los factores que influyen en este tipo de conducta, destacando los factores sociales como la presión de grupo o de nuestros propios familiares que nos ofrecen una alternativa para la solución de nuestros problemas de salud basados en su propia experiencia. También influye el bajo nivel de instrucción de personas especialmente de los padres de familia, los cuales ignoran por completo el riesgo que implica la automedicación .Dentro de los factores económicos que influyen en la automedicación destacan el desempleo, las malas condiciones de trabajo y de vida de la mayoría de la población y sobre todo el bajo ingreso económico familiar que no les permite acceder a los servicios de salud lo cual se traduce en la falta de prescripción por un profesional capacitado .Dentro de los factores culturales influyen la falta de acceso y escasa disponibilidad de información lo que permite a las empresas farmacéuticas difundir información sesgada que incita a la población al consumo de fármacos supuestamente muy seguros, esto además se aúna a la deficiente educación sanitaria con la que contamos.
CONSECUENCIAS DEL USO INCORRECTO DE LOS MEDICAMENTOS
El uso incorrecto de los medicamentos ocurre en todos los países, es nocivo para los pacientes y constituye un desperdicio de recursos. Entre sus consecuencias se encuentran:
- La resistencia a los antimicrobianos. El uso excesivo de antibióticos aumenta la resistencia a los antimicrobianos y el número de medicamentos que dejan de ser eficaces para combatir las enfermedades infecciosas. Muchos procedimientos quirúrgicos y los tratamientos antineoplásicos no son posibles sin antibióticos para luchar contra las infecciones. La resistencia prolonga las enfermedades y las estancias hospitalarias, y puede llegar a causar la muerte; su costo es de US$ 4–5 mil millones al año en los Estados Unidos de América, y de € 9 mil millones al año en Europa.
- Las reacciones adversas a los medicamentos y los errores de medicación. Las reacciones adversas a los medicamentos originadas por su uso erróneo o por reacciones alérgicas pueden ser causa de enfermedad, sufrimiento y muerte. Se calcula que las reacciones adversas a los medicamentos cuestan millones de dólares al año.
- El desperdicio de recursos. Un 10 a 40% de los presupuestos sanitarios nacionales se gasta en medicamentos. La compra de medicamentos directamente por el usuario puede causar graves dificultades económicas a los pacientes y a sus familias. Si los medicamentos no se prescriben y usan adecuadamente, se desperdician miles de millones de dólares de fondos públicos y personales.
- La pérdida de confianza del paciente. El uso excesivo de medicamentos escasos contribuye a menudo al agotamiento de existencias y al aumento de los precios hasta niveles inasequibles, lo cual merma la confianza del paciente. Los malos resultados sanitarios debidos al uso inadecuado de los medicamentos también pueden reducir la confianza.
Factores que contribuyen al uso incorrecto de los medicamentos
- Falta de conocimientos teóricos y prácticos. Las dudas sobre el diagnóstico, la falta de conocimientos de los prescriptores sobre los enfoques diagnósticos óptimos, la inexistencia de información independiente, como pueden ser las directrices clínicas, y de oportunidades para efectuar un seguimiento de los pacientes o el temor a posibles pleitos son factores que contribuyen a la prescripción y dispensación inadecuadas de los medicamentos.
- Promoción de los medicamentos inapropiada y contraria a la ética por parte de las empresas farmacéuticas. La mayoría de los prescriptores obtienen la información sobre los medicamentos de las empresas farmacéuticas, y no de fuentes independientes, como las directrices clínicas. Esto puede conducir a menudo al uso excesivo. En algunos países está permitida la publicidad de medicamentos que necesitan receta dirigida directamente al consumidor, lo cual puede llevar a los pacientes a presionar a los médicos pidiéndoles medicamentos innecesarios.
- Beneficios de la venta de medicamentos. En muchos países los minoristas prescriben y venden medicamentos sin necesidad de receta. Cuanto más vendan mayores serán sus ingresos, lo cual conduce al consumo excesivo de medicamentos, y en particular de los más caros.
- Disponibilidad de medicamentos sin restricciones. En muchos países la prescripción de medicamentos como los antibióticos se hace libremente, sin necesidad de receta. Esto conduce al consumo excesivo, a la automedicación inapropiada y a la inobservancia de los regímenes posológicos.
- Sobrecarga de trabajo del personal sanitario. Muchos prescriptores apenas tienen tiempo para dedicar a cada paciente, lo cual puede estar en el origen de diagnósticos y tratamientos deficientes. En esas circunstancias, se basan en hábitos de prescripción porque no tienen tiempo para actualizar sus conocimientos sobre los medicamentos.
- Medicamentos inasequibles. En lugares donde los medicamentos son inasequibles, los pacientes pueden no comprar las cantidades necesarias para un tratamiento completo o no comprar ningún medicamento en absoluto. En lugar de ello pueden buscar alternativas como los medicamentos de calidad no garantizada adquiridos a través de Internet u otras fuentes, o los medicamentos que han sido prescritos a sus familiares o amigos.
- Inexistencia de políticas farmacéuticas nacionales coordinadas. Las políticas básicas recomendadas por la OMS para garantizar el uso apropiado de los medicamentos solo se aplican en menos de la mitad de los países. Dichas políticas incluyen medidas e infraestructuras apropiadas para monitorizar y reglamentar el uso de los medicamentos, y para capacitar y supervisar a los profesionales sanitarios que realizan las prescripciones.
Medidas para mejorar el uso racional de los medicamentos
- La OMS asesora a los países para que ejecuten programas nacionales de fomento del uso racional de los medicamentos mediante estructuras y medidas de política, información y educación, tales como:
- creación de organismos nacionales que coordinen las políticas sobre el uso de los medicamentos y hagan un seguimiento de sus repercusiones;
- formulación de directrices clínicas basadas en datos probatorios destinadas a la capacitación, supervisión y apoyo a la toma de decisiones relacionadas con los medicamentos;
- Elaboración de listas de medicamentos esenciales para ser utilizadas en la adquisición de medicamentos y los reembolsos de los seguros;
- Creación de comités distritales y hospitalarios de medicamentos y tratamientos que apliquen intervenciones para mejorar el uso de los medicamentos y efectúen un seguimiento de sus efectos;
- Inclusión en los estudios universitarios de cursos de farmacoterapia basados en problemas concretos;
- Inclusión de la formación médica continua como requisito para ejercer la profesión;
- Oferta de información pública independiente y no sesgada sobre los medicamentos, tanto para el personal sanitario como para los consumidores;
- Fomento de la educación de la población en materia de medicamentos;
- Eliminación de los incentivos económicos que facilitan la prescripción incorrecta, como la venta de medicamentos con ánimo de lucro por parte de los prescriptores, que ven así aumentados sus ingresos;
- Formulación de reglamentaciones que garanticen que las actividades de promoción se ajustan a criterios éticos;
- Financiación suficiente para garantizar la disponibilidad de medicamentos y personal sanitario.La estrategia más eficaz para mejorar el uso de los medicamentos en la atención primaria en los países en desarrollo consiste en una combinación de la formación y la supervisión del personal sanitario, la educación de los consumidores y el suministro de medicamentos apropiados en cantidades suficientes. Separadamente, todas estas intervenciones tienen un impacto reducido.
Para mejorar el uso racional de los medicamentos según la OMS
- efectúa un seguimiento del uso mundial de los medicamentos y de las políticas farmacéuticas;
- Proporciona orientaciones de política y apoya a los países para que hagan un seguimiento del uso de los medicamentos y formulen, apliquen y evalúen estrategias nacionales para fomentar el uso racional de los medicamentos;
- Elabora e imparte programas de capacitación para los profesionales sanitarios nacionales acerca del seguimiento del uso de los medicamentos y su mejoramiento en todos los niveles del sistema de salud